El hígado, del tamaño de una pelota de fútbol y ubicado debajo de las costillas del lado derecho, actúa como la “planta de procesamiento” del organismo. Participa en la digestión, limpia la sangre de sustancias nocivas y almacena energía para cuando se necesita un impulso. Lamentablemente, su importancia suele pasarse por alto hasta que surge un problema. Como advierte el Dr. Rohit Satoskar del MedStar Georgetown Transplant Institute:
“El hígado es un órgano que se puede dañar fácilmente si no se cuida adecuadamente, y una vez deteriorado, es irreversible.”
¿Cómo proteger a este silencioso trabajador? La buena noticia es que mantenerlo en óptimas condiciones no requiere métodos complicados. Se trata, fundamentalmente, de adoptar un estilo de vida saludable y evitar aquello que le pueda hacer daño.
1. Limitar el Consumo de Alcohol
El alcohol es uno de los mayores enemigos del hígado. El consumo excesivo deteriora las células hepáticas, provocando inflamación o cicatrización que puede evolucionar a una peligrosa cirrosis. Las recomendaciones sugieren que los hombres no tomen más de dos bebidas diarias y las mujeres, una sola. La moderación es clave, ya que el hígado no puede procesar constantemente grandes cantidades de alcohol.
2. Alimentarse Bien y Mantenerse Activo
El hígado funciona mejor cuando se sigue una dieta saludable y se practica ejercicio de forma regular. Mantener un peso adecuado ayuda a prevenir la esteatosis hepática relacionada con disfunciones metabólicas, condición que puede avanzar hacia la cirrosis. Es recomendable consumir muchas frutas, verduras y cereales integrales, reduciendo los alimentos ricos en grasas y azúcares. Se aconseja realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada cada semana, como caminar a paso rápido o andar en bicicleta.
3. Uso Seguro de Medicamentos
Algunos medicamentos pueden afectar la función hepática. Por ejemplo, ciertos fármacos para reducir el colesterol pueden ocasionar problemas y el uso excesivo de paracetamol (como el Tylenol) puede dañar el hígado. El paracetamol está presente en muchos remedios de venta libre, lo que facilita superar la dosis recomendada. Además, combinar algunos medicamentos con alcohol u otras sustancias puede agravar el daño hepático. Siempre consulte a su médico o farmacéutico sobre la seguridad en el uso de medicamentos.
4. Prevención de la Hepatitis Viral
La hepatitis viral es una enfermedad grave que ataca el hígado y se presenta en varios tipos: A, B y C. La hepatitis A se transmite por alimentos o agua contaminados; existe vacuna para quienes están en riesgo o viajan a zonas con brotes. Las hepatitis B y C se propagan mediante el contacto con sangre o fluidos corporales, por lo que es importante evitar compartir cepillos de dientes, maquinillas de afeitar o agujas, limitar el número de parejas sexuales y utilizar preservativos.
5. Realizarse Exámenes Periódicos
La hepatitis viral puede permanecer oculta durante años sin síntomas, lo que hace esenciales los exámenes regulares. Si pertenece a un grupo de riesgo o sospecha haber estado expuesto, hable con su médico sobre la realización de un análisis de sangre. Las recomendaciones indican que todos los adultos se examinen al menos una vez para detectar la hepatitis C, y que las mujeres embarazadas y las personas de alto riesgo se hagan controles periódicos.
6. Evitar Sustancias Tóxicas
Algunos químicos presentes en productos de limpieza, aerosoles e insecticidas pueden dañar el hígado. Use estos productos en espacios bien ventilados y evite el contacto directo. Asimismo, los aditivos del tabaco son perjudiciales para el hígado, por lo que dejar de fumar también beneficia la salud del hígado.
7. Precaución con Hierbas y Suplementos
Algunos productos herbales y suplementos —como el extracto de té verde, ginseng o black cohosh— pueden dañar el hígado. Las afirmaciones sobre remedios que “restauran la salud del hígado”, como el cardo mariano, la corteza de borotú o la chanca piedra, carecen de respaldo científico de calidad y, en algunos casos, pueden ser perjudiciales. Como advierte el Dr. Ray Chung del programa de trasplante hepático del Massachusetts General Hospital:
“No existen pruebas de alta calidad que respalden que estos productos benefician la salud del hígado.”
Consulte con su médico antes de probar cualquier suplemento.
8. Disfrutar del Café con Moderación
Diversos estudios sugieren que el consumo moderado de café podría reducir el riesgo de enfermedades hepáticas, aunque los mecanismos exactos aún no se comprenden completamente. El café no es una cura milagrosa, pero, como parte de un estilo de vida saludable, tomar una o dos tazas puede ofrecer beneficios. Manténgase informado sobre las últimas investigaciones acerca de los beneficios del café.

Cuidar la salud del hígado depende de mantener hábitos saludables de manera constante y utilizar los medicamentos con precaución. Recuerde: el hígado es sorprendentemente resistente, pero tiene sus límites. Comience hoy mismo a cuidar de su hígado, y él trabajará incansablemente para usted. Para obtener más información sobre la prevención de enfermedades hepáticas, adopte medidas conscientes para una vida más saludable.