La artritis psoriásica es una forma de artritis inflamatoria que ocurre en algunas personas con psoriasis, una enfermedad que provoca manchas rojas y escamosas en la piel. Aunque la causa exacta de la artritis psoriásica no se conoce, se cree que una combinación de factores genéticos, ambientales e inmunológicos influye en su desarrollo.
Factores genéticos
Las predisposiciones genéticas desempeñan un papel significativo en la artritis psoriásica. Alrededor del 40% de las personas con esta enfermedad tienen un familiar cercano con psoriasis o artritis. Los estudios han identificado varios genes asociados con la artritis psoriásica, incluyendo el grupo de genes HLA, que ayuda al sistema inmunológico a distinguir entre proteínas propias y extrañas. Alteraciones en estos genes podrían dificultar que el sistema inmunológico reconozca sus propias células, lo que podría conducir a la artritis psoriásica. Sin embargo, aproximadamente el 60% de las personas con artritis psoriásica no tienen un pariente cercano con la enfermedad, lo que sugiere que otros factores también están involucrados.
Infecciones
Algunas infecciones bacterianas o virales pueden actuar como factores de riesgo para desarrollar artritis psoriásica o desencadenar brotes en personas que ya la padecen. Por ejemplo, infecciones de garganta por estreptococo o infecciones respiratorias superiores pueden provocar brotes de síntomas. Además, la artritis psoriásica es más común en personas que son VIH positivas.
Lesiones cutáneas
El fenómeno de Koebner se refiere a la aparición de nuevas placas psoriásicas en áreas de la piel que han sufrido lesiones, como cortes o rasguños. En la artritis psoriásica, la articulación más cercana a la lesión también puede inflamarse. Aunque no se comprende completamente cómo el daño cutáneo conduce a la formación de placas, se cree que la respuesta inmunológica y la inflamación desempeñan un papel crucial en este proceso.
Severidad de la psoriasis
Aunque no todas las personas con psoriasis desarrollan artritis psoriásica, alrededor del 30% lo hacen. En algunos casos, las personas pueden desarrollar artritis psoriásica sin síntomas previos de psoriasis, presentando las manifestaciones cutáneas posteriormente.
Medicamentos
Ciertos medicamentos utilizados para tratar otras condiciones pueden empeorar los síntomas de la artritis psoriásica. Estos incluyen:
- Litio, utilizado para tratar el trastorno bipolar.
- Medicamentos antipalúdicos como la hidroxicloroquina y la cloroquina.
- El medicamento para la presión arterial propranolol.
- Quinidina, un medicamento para el corazón.
- Indometacina, un analgésico.
Factores de riesgo y desencadenantes modificables
Algunos factores de riesgo y desencadenantes de la artritis psoriásica pueden ser controlados o modificados:
- Lesiones cutáneas o quemaduras solares: Las lesiones en la piel pueden desencadenar brotes de artritis psoriásica. Es importante proteger la piel usando protector solar con un SPF de 30 diariamente para evitar quemaduras solares y otras lesiones cutáneas.
- Estrés: El estrés puede aumentar la inflamación en el cuerpo, lo que puede desencadenar brotes de síntomas. Es fundamental encontrar formas saludables de manejar el estrés, como el ejercicio, la meditación o el asesoramiento psicológico.
- Consumo de alcohol: El alcohol puede promover la inflamación articular y empeorar los síntomas de la artritis psoriásica. Reducir o evitar el consumo de alcohol puede ser beneficioso para algunas personas.
- Tabaquismo: Fumar aumenta el riesgo de desarrollar psoriasis y puede empeorar la enfermedad. Además, las personas que fuman pueden responder menos favorablemente a los tratamientos para la artritis psoriásica.
- Alimentación: Algunos alimentos pueden desencadenar brotes de artritis psoriásica en ciertas personas. Estos incluyen:
- Azúcar.
- Tomates.
- Gluten.
- Lácteos. Llevar un diario de alimentos y síntomas puede ayudar a identificar posibles desencadenantes dietéticos. Una dieta rica en frutas, verduras y ácidos grasos omega-3, como los presentes en el aceite de pescado, puede ayudar a reducir la inflamación.
- Obesidad: La obesidad está asociada con un mayor riesgo de desarrollar artritis psoriásica y puede exacerbar los síntomas. La inflamación crónica relacionada con la obesidad puede ser un factor contribuyente. Mantener un peso saludable a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular puede ayudar a manejar la enfermedad.
Identificación de desencadenantes personales
Llevar un diario puede ser útil para identificar qué factores desencadenan brotes de artritis psoriásica. Anotar cuándo los síntomas empeoran y qué actividades o alimentos se consumieron en ese momento puede proporcionar información valiosa. Compartir este diario con el médico puede ayudar a desarrollar estrategias personalizadas para manejar la condición y evitar desencadenantes específicos.
En conclusión, aunque la causa exacta de la artritis psoriásica no se conoce, múltiples factores de riesgo y desencadenantes pueden influir en su desarrollo y progresión. Comprender estos factores y cómo afectan a cada individuo es esencial para un manejo efectivo de la enfermedad. Consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado es fundamental para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.